Me pare rápidamente hasta mirar por la puerta del casino,
saque poco de mi cabeza para mirar hasta la persona que gritaba, era mi Kesi,
estaba gritando mientras que su amigo diego le tapaba la boca y lanzaba aire
con las manos para tratar de calmarla. Levante un poco más mi cabeza y choque
con la de Jonghyun quien también estaba espiando.
-Es tu culpa Jonghyun baboo, has arruinado mi proyecto.-
Le jale del brazo hasta llevarlo al lugar donde gritaba mi quesillito fresco.
Llegamos hasta el césped donde se encontraban tirados
ellos dos, la cara de mi Kesi estaba totalmente sonrojada al verme, aun así
levanto su manita y me dijo: “Hola Oppa” para luego bajar su mirada de la
vergüenza que debía sentir en el momento. Mire a mi lado y ahí estaba Jonghyun
haciéndole manitos y ojitos a Diego, lo mire con ojos asesinos y sin decirle
nada comprendió que debía llevarse a su cómplice del lugar. El de cara canina
se acerco al más bajo que él y se fueron caminando del lugar.
-Puedo sentarme.- Musite en un estado de mucho
nerviosismo.
-Claro.- Contesto con su voz gastadita y tímida.
Permanecí por unos minutos sin decir nada, comencé
aclarar mi garganta como si tuviera una toz falsa, fue en ese momento cuando
ella rompió el silencio.
-Que le dijo Jonghyun Oppa.- Pregunto aun con su mirada
puesta en el césped.
-Primero dime que te dijo tu amigo para que gritaras.-
Con mis deditos comencé a caminar hasta
llegar a su manito y le hice cariño con mi dedo índice.
-Oppa...- Sus mejillas se pusieron rojas.- Es verdad que
tienes un proyecto por mi.- Dijo por fin mirándome a los ojos.
-Si.- Mágicamente los nervios se habían ido.- Te gusto,
es verdad.- Le pregunte con mucha confianza esta vez teniendo toda su mano en
la mía.
Ella me miro directamente a los ojos, parece que fue como
en una cámara lenta cuando sus labios comenzaron a moverse para dejar salir de
sus labios un: “Si, Oppa me gustas”. Los fuegos artificiales comenzaron a salir
desde lo más profundo de mi ser, le gustaba a mi Kesi, eso era lo mejor que
podría escuchar en el mundo.
-Ahhhhh.- Grite sin poder contenerme, lo gracioso fue que
ella salto un poquito asustándose pero luego sonrió.
-Te mordió un bicho Oppa.- Sonrió llevando su mano
desocupada hasta sus mejillas.
-Si…justo aquí.- Apunte hasta mi corazón.
Ella se levantó, parecía con mucha confianza y sus ojos
brillaban mucho, parecía que también era feliz como yo.
-Oppa vamos, caminemos hasta la parada de autobuses.
No dude un instante en levantarme y caminar hasta su
lado, parecía una escena de dorama ya que estábamos aun tomados de la mano y
ninguno de los dos quería soltar el apretón. Camine feliz de la vida a su lado,
era como caminar en la nubes, eso es lo que se llama como “Amor”, esa niña es
mi proyecto de vida, yo desde que la vi supe que nos casaríamos y tendríamos
hijos, quizás piensen que exagero pero no, yo se que así será.
-Ten.- Le di mi proyecto, no me importaba que lo leyera, de
todos modos era pensado e inspirado en ella.
Su sonrisa era hermosa, el brillo que desprendía su mirar
mientras ojeaba cada hoja leyendo y riendo, creo que a veces puedo escribir una
que otra idiotez, pero a ella parecen gustarle todas las cosas que escribí.
-Oppa es cierto.- Pregunto sonriendo tiernamente.
-Que cosa mi Kesi.- Le respondí.
-Qué prefieres estar conmigo antes que comer pollo.
Ese es el extremo amor que tengo por mi Kesi, todo aquel
que me conozca saben que yo amo el pollo, comer pollo para mi es mi vida, pero
si me dan a elegir entre mi Kesi y el pollo, lógicamente la escojo a ella.
-Si- Afirme con mi cabeza riendo.
Ella continúo leyendo mientras seguíamos caminando en
dirección a la parada de buses que estaba cerca del colegio. En mi cabeza
recordaba que en el proyecto había algo que podría asustar a mi Kesi, pero no
lograba concentrarme, era mucha la presión de tenerla de la mano y al mismo
tiempo verla sonreír. Avanzaba y avanzaba leyendo, ya se acercaba a las páginas
finales, fue en ese momento cuando mi cuerpo comenzó a tiritar entero, mi plan
de boda e hijos seria leído por mi Kesi.
-Kesi.- Dije nervioso.- Esta muy linda la tarde, es un
sol hermoso.- Sonreí aun más preocupado tratando de hacer que me mirara.
-Oppa espera ya termino y miro el sol.- Esto no saldría
bien, por que no me miraba, sé que soy como Shakespeare escribiendo pero ella
debía ponerme atención.
Pensé como súper héroe y me coloque frente a ella sin
darme cuenta que en el momento de cruzarnos enrede mi pies con el de ella y
paso lo que tenía que pasar, caímos hasta el suelo, ella encima mío por lo que
recibí todo el golpe como debía ser.
Nuestros rostros estaban a escasos centímetros de
distancia, podía sentir su respiración chocar con la mira y los latidos de nuestros
corazones acelerados: “La beso o no”, era todo lo que mi mente
pensaba…Continuara.
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