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jueves, 26 de julio de 2012

||Two-shot|| Un Sauce Y Dos Meses~ 2MIN

Ese fue el peor verano de toda mi vida, haber escuchado que no volvería a ver a Minho fue de los golpes más devastadores de toda mi existencia. Su madre biológica ahora que el estaba grande y fuerte vino por el, no le importó lo que sufrió arrancándolo de las personas que siempre lo han amado, las verdaderas personas que lo criaron, según yo madre es la que cría y no la que engendra.

Los días pasaron lentamente, quería volver a la ciudad, estar en ese campo me recordaba a el. Los meses que pasamos juntos, el era mi mejor amigo y mi primer y único amor. A menudo iba al sauce grande, me columpiaba y miraba como su columpio no se movía, el ya no estaba, y no estaría jamás.

Así pasaron dos años y las vacaciones llegaron nuevamente, lo que significaba volver a pasar dos meses en el campo. Con el tiempo me resigne a que no lo vería, pero volvía todos los años a el campo, de cierta forma me recordaba a el.

Veníamos corriendo con mi sobrina y las dos niñas del campo que eran como familiares mías, las concia de años. Estábamos jugando a guerra de barro, pueden creerlo con quince años y jugando como niños.

-Es Minho.- Grito la menor de las dos hermanas mientras comenzaron a correr hacia donde el estaba.
- Gire mi cabeza, una carretela había llegado, en ella venia el y una mujer que supuse era su madre, un hombre que di por hecho era la pareja de la mujer.

El era el mismo pero a la vez no lo era. Su cabello había cambiado, era corto y a la moda. Su ropa era como de la ciudad, como la que el se reía al yo usarla.

Me escondí tras un árbol de cebollas enanas. Observe como el corrió hasta donde la tía, la mama que lo crío. Se abrazaron por unos minutos, conversaron cosas típicas, ya saben como estas y cosas así. Saludo a mi hermana, mi cuñado y mi sobrina, su cabeza parecía la de una suricata, con su cuello alto parecía buscar algo, su mirada era muy rápida.

Me estará buscando a mí.- Pensé aun escondido, tenía miedo de verlo, miedo de que no me recordara. Permanecí en mi escondite por varios minutos, me arme de valor y decidí salir a saludar. Cuando me levante me di cuenta que su mama lo llamaba, ya se iban solo habían pasado a saludar.

Se despidió y volvió a la carretela, me maldije por cobarde, por estar pensando en si salir o no, perdí la oportunidad de hablarle, de preguntarle que es de su vida, si me recuerda aun.

Avanzaron los meses y estaba cursando un nuevo año de estudios. El profesor de historia nos puso un trabajo de investigación para subir las notas de final de semestre. En esos años tener Internet era muy difícil, como niño normal accedí al ciber café por mi tarea.

Salí de dicho lugar con mi carpeta celeste en el brazo, con mi buzo del colegio. Todo un estudiante en primavera. Cruce una galería para ahorrar camino. Era un día por la tarde, había bastante gente en el centro de la ciudad.

Comencé a esquivar a la gente que por costumbre no se mueven, fue ahí cuando lo vi caminar, el venia caminando hacia mí. Mi mundo se detuvo por unos segundos para verlo caminar lentamente en todo su esplendor. Su mirada y sonrisa infantil aun permanecían en el, pero un momento, el esta sonriendo y viene hacia mi, será que ya me vio.

- Lee Taemin.- Dijo agachándose un poco para mirarme a los ojos.
- Choi Minho.- Conteste de manera estupida mientras mi cuerpo temblaba entero.- Tiempo sin verte.
- Tres años, parece una eternidad.- Me dijo con su mirada emocionada.- Dijiste que un año no era un siglo, pero he querido verte por tres siglos.
- Minho.- Conteste mas nervioso, el ha pensado en mi todo este tiempo.
- Creo que deberíamos movernos.- Dijo al ver como la gente nos esquivaba y otra nos golpeaba.
- Claro.- Conteste mientras camine hasta el centro de la galería.

Conversamos unos quince minutos, me contó que desde que su madre se lo llevo ha vivido en la ciudad donde vivo yo, dijo que trato de ubicarme muchas veces pero no logro nada. Va en el mismo curso que yo, en un colegio que queda a una cuadra del mío. El estudia por la tarde y yo en las mañanas, eso explicaba el por que nunca lo vi cerca del colegio.

- Yo debo irme, entro a clases en cinco minutos, llegare tarde.- Dijo sonriendo.
- Lo siento, te quite tu tiempo.- Dije apenado.
- No lo sientas, estoy feliz de haberte visto.- Apretó una de mis mejillas como cuando éramos pequeños.- Anota tu numero.- Dijo entregándome su celular mientras me quito el mío.
- Ahí tienes.- Me entrego su celular y yo el suyo.- Me llamaras.- Le pregunte aun nervioso.
- No lo dudes, hablamos pronto.- Me dio un beso en la frente sin importar que la gente que pasaba mirara.- Chao.- Dijo yéndose rápidamente al colegio.

No se como llegue a mi casa, mi cara debe haber sido de estupido total.- Y esa cara de enfermo que traes.- Dijo mi mama.- No estoy enfermo, estoy feliz.- Dije caminan do hasta mi habitación.

Estaba nervioso, en un día paso lo que espere por año. Miraba el celular cada cinco minutos pero el no llamaba. Y si me estaba mintiendo.- Pensé mientras miraba el reloj, eran las doce de la noche.- Ya no llamara.- Me dispuse a dormir, mañana tenia clases temprano.

“Disculpa la hora pero no pude llamar antes, si estas despierto y permites que te llame a esta hora márcame al celular y te llamo de inmediato”

Decía un mensaje de el, no dude en marcarle y le corte de inmediato. En cosas de segundos mi celular sonaba, conteste y ahí estaba su dulce voz.

- Bueno.- Conteste haciéndome el con sueño.
- Estas adormilado, lo siento.- Tan lindo como siempre disculpándose de inmediato.
- No importa, hace muchos años que no hablábamos de noche.- Mi voz cambio a una de emoción.
- Te acuerdas cuando hablábamos noches enteras y jugábamos a hacer sombras con las manos.- El estaba feliz, conozco sus voces y esa era de alegría.
- Claro que si.- Comencé a reír.

Estuvimos hablando por horas. De cierto modo me sentía como en nuestros años donde compartíamos habitación y amanecíamos conversando.

- Taemin, y luego de mi besaste a alguien mas.- Pregunto dejándome el cuerpo helado.- Después de todo experimentamos nuestro primer beso juntos.
- Cuando paso eso yo ya había besado, recuerda que cuando me preguntaste te dije que ya había besado.- Volví a mentir.
- Con los años me di cuenta que no sabias besar, tus dientes chocaban con los míos.- Dijo riendo.
- Y como te diste cuenta.- Pregunte curioso.
- Por que bese a gente que nunca había dado un beso, y esas personas chocaron sus dientes al igual que tu.- Sentí como si mi cuerpo se quemara por dentro.
- Me dio sueño, chao.- Dije y corte sin darle tiempo a responderme nada.

No se por que pero estaba celoso, yo en esos año no bese a nadie y no por que no hubieran pretendientes, por si hubieron muchos y muchas, pero yo por respeto a Minho nunca acepte salir con nadie, y el me dice que beso a varia gente, ósea estaba muy enojado con el.

Lo que quedaba de noche paso rápidamente. El día en el colegio me fue un fastidio, no podía olvidar sus palabras. Terminaron las clases, me retire del establecimiento sin ánimos de nada. Deambule por las calles como si llevara piedras en la mochila.

- Cuanto tiempo mas piensas caminar como zombie.- Era su voz, me gire lo mire y seguí caminando.
- Vete al colegio llegaras nuevamente tarde.- Dije mientras seguía mi camino sin rumbo alguno.
- Creo que no iré, es divertido verte caminar así.- Se comenzó a reír mientras me seguía los pasos.

Continúe mi camino, ese camino que no se a donde me llevaría. De vez en cuando miraba de reojo y ahí estaba el a tras mío, parecía mi guardaespaldas, podía notar como seguía riéndose de mi.

- Esta bien Minho, acaso no tienes algo que hacer, no tienes un poco de calor.- Dije deteniéndome en un parque solitario.
- No tengo nada que hacer, bueno si tengo algo que hacer.- Me tomo de los brazos y me sentó en una banca.
- Entonces puedes irte a hacer eso que tienes que hacer, casanova.- Musite.
- Lo que tengo que hacer es contigo, Pequeño celoso.- Continuaba riendo.
- Celoso yo, por favor, por que tendría que sentir celos yo, de quien.- Conteste irónicamente haciéndome el desentendido de la situación.
- Te conozco Taemin, anoche sentiste celos por eso colgaste la llamada.- El tenia razón, si estaba celoso.
- No es mi culpa que te besuquees con todo el mundo mientras yo esperaba.- Me detuve y baje la mirada.
- Esperabas que.- Me tomo de las manos.
- Yo esperaba por ti, esperaba poder abrazarte, poder decirte lo mucho que yo te amo.- Momento de sinceridad.- Pero claro esta que tu vas por la vida con otros propósitos y no te detendré.- Dije parándome para irme a mi casa.
- Espera.- Sentí como me abrazo de la cintura y coloco su cabeza en mis hombros.- Anoche mentí como lo hiciste tu hace años, yo también he esperado por ti.- Sentí como su respiración chocaba con mi cuello.
- Minho.- Comencé a desbordarme de nervios.
- Te amo, llevo marcado en mi corazón aquel día que te vi, ese día donde me golpeaste con tu zapatilla, en mi corazón viven los recuerdos del sauce, el amor de nuestro primer beso.

Me gire rápidamente y calle sus palabras con un profundo beso. Me apretó más de la cintura y me pego a su pecho mientras nuestros labios permanecían unidos.

Desde ese momento nos amamos y amaremos por siempre, el amor que nos tenemos es eterno, los años pasaron y hoy en día vivimos juntos. Se puede decir ahora que es el final de la historia.

- Que haces Minnie.- Un joven alto de cabello largo llega donde un joven de cabello rojo y lo abraza por la cintura.
- Termino el libro de nuestra historia de amor.- Contesto el menor sonriendo.
- Lo publicaras.- Le pregunta el de ojos grandes.
- Claro que si, es una historia hermosa.- Dice el de cabello rojo sellando el momento con un beso lleno de amor.







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